"Siempre quise ayudar a los demás porque me parece que eso le da sentido a la vida. Todos somos seres fundamentalmente sociales y afectivos."
Miembro del equipo profesional de FAMILIA
Antes de integrar el equipo profesional de FAMILIA Acompañantes, Ana Moraes fue voluntaria durante cinco años en una ONG (Organización No Gubernamental), brindando ayuda a mujeres y niños en situación crítica. "Siempre quise ayudar a los demás porque me parece que eso le da sentido a la vida. No podemos quedar indiferentes cuando vemos que otros la pelean tanto".
En el contacto humano asegura haber aprendido mucho: "Las personas necesitan ser escuchadas y atendidas; es elemental porque somos seres sociales y afectivos".
Para sistematizar su trabajo y sumar contenido teórico, Ana hizo cursos online, y cuando surgió la oportunidad de trabajar en FAMILIA no lo dudó. "Siempre quise aprender. Creo que la mente debe estar siempre ocupada. Me siento muy bien en mi rol. Conozco a personas de diferentes edades. Es una experiencia rica, porque de cada historia de vida uno siempre aprende algo".
Ana reconoce ser una persona agradecida: "Empiezo cada día reconociendo todo lo que tengo, aprendí a tener templanza porque en este trabajo ves tantos problemas que realmente hay que aprender a disfrutar de los buenos momentos que la vida nos da", afirma.
"Cuando salgo de mi trabajo tengo un trecho largo de camino hasta mi casa y es muy útil porque me sirve para pensar en mis cosas, lo bueno y lo malo que viví ese día en el trabajo y prepararme para el resto", cuenta a modo de reflexión.