Blanca Leonor Pirez

“Siempre doy este consejo: en la vida hay que ser agradecido. Cuando uno tiene esa actitud, el día a día se vive de otra manera, porque la mirada que uno tiene es diferente”.

Blanca Leonor Pirez

Socia de FAMILIA Acompañantes y del Hospital Británico


Blanca Leonor Pírez tiene una familia muy numerosa. Por orden de nacimiento es la número once y durante los primeros años de su vida vivió en su casa paterna de Rivera, siempre rodeada de afectos. Con el correr del tiempo cada uno siguió su destino -en su caso, se mudó a Montevideo, formó su propia familia e hizo carrera trabajando en la Cámara de Diputados hasta su jubilación-, pero el vínculo se mantuvo firme y fuerte.

Un día su hermana mayor enfermó. Blanca asumió la responsabilidad de cuidarla y durante todo el tiempo que estuvo en tratamiento se mantuvo a su lado, hasta sus últimos días. "Mientras estuve con ella no tenía horas ni comidas ni momentos de sueño. Me olvidé del mundo..."

Por esos días, Blanca empezó a sentir un dolor en el estómago. "Cuando tomé conciencia, en ese momento, me pregunté: '¿Habré comido?' No me acordaba ni siquiera de eso y pensé que el malestar posiblemente tenía que ver con el hambre."

Pasaron meses. Blanca siempre fue una persona sana y si bien el dolor aparecía de manera intermitente (sin llegar a ser una verdadera molestia), no consultó a ningún profesional hasta que su hija (que es médico anestesista) hizo que la revisara un colega.

"Eso fue un jueves y el martes siguiente me operaron. Yo no lo aceptaba porque me sentía bárbara. Lo primero que pensé es que el diagnóstico estaba equivocado. Finalmente se trató de un pólipo, me sacaron placas, me hicieron estudios y fui operada."

 

Encantados con el personal y la atención


Blanca ingresó al Hospital Británico el 29 de mayo y estuvo hasta el 4 de junio. Su hija coordinó con FAMILIA Acompañantes la asignación de tres profesionales.

"Quedamos encantadas con las tres personas que aparecieron. Recuerdo que cuando estuve con mi hermana sus acompañantes eran de otra compañía. Tuvimos que salir a contratar a otras personas por nuestra cuenta", narró sobre la situación anterior.

Con FAMILIA Acompañantes, en cambio, "las chicas fueron excelentes", describió Blanca. "Carismáticas, dedicadas, con una actitud muy positiva. Todas cumplieron con su deber y más; se ve que están muy concientizadas de lo que aprendieron y disfrutan de su trabajo. Desde su aseo personal, la vestimenta, el peinado hasta las conversaciones que se generaban para desviar un poco la preocupación y el estrés por mi internación. Yo las felicité porque tenía un susto tremendo y ellas me ayudaron a superarlo, a mí y a mis dos hijas -ambas profesionales- que estaban a mi lado. Todo salió muy bien", recuerda.

Tanto es así que Blanca asegura que, después de su experiencia, toda la familia además de amigos y colegas se hicieron socios de FAMILIA Acompañantes por su recomendación. "Yo siempre doy este consejo: en la vida hay que agradecer. Cuando uno tiene esa actitud, el día a día se vive de otra manera porque la mirada que uno tiene es diferente."