Después de 60 años de casados, don Carlos Osorio hace cuentas y concluye: "tengo 5 hijas, 5 yernos, consuegros, 11 nietos, 2 bisnietos y amigos. Esto me da fuerza para decir... la vida continua".
Socio de FAMILIA Acompañantes y de la Asociación Española.
La familia Osorio era famosa en el barrio y más de una vez fue el centro de bromas entre los vecinos y conocidos. Sucede que la vida de una familia numerosa es apasionante y en este hogar, en particular, se da por partida doble.
De diciembre a marzo, todos iban a pasar los veranos en una casa que de a poco fueron construyendo en el interior: abuelos, nietos, primos, consuegros, cuñados, etc. En total sumaban cerca de 20 personas: "Para nosotros era una rutina llegar al último día de clases, colgar la túnica y al día siguiente viajar al interior" recuerda Dora, una de las hijas. "Era un lío pero fueron vacaciones inolvidables".
El matrimonio tuvo cinco hijas con una diferencia de edad de 3 a 4 años entre ellas y todas cumplen entre octubre, noviembre y diciembre. "Yo tenía una vecina que bromeaba conmigo y después de nacer la quinta niña me dijo: no se preocupe Carlitos... que después le vienen los cinco yernos... ¡Y era cierto!" reconoce el padre entre risas.
Al día de hoy las hermanas se llevan muy bien, la mayor tiene 57 y la menor 42. Los Osorio integran un gran grupo en WhatsApp que no duerme porque la comunicación es permanente. "Siempre traté de criarlas unidas, que sean buenas unas con otras y no tuvieran problemas. Ahora estamos en contacto por el celular así que cuando algo me pasa en el acto ya lo saben las cinco".
Así se coordinaron el día que don Carlos debió someterse a una cirugía programada en la Asociación Española. Hicieron turnos y relevos, se organizaron para siempre estar presentes al lado de su padre, porque saben que cuando uno está rodeado de amor y buenas atenciones, el clima que se genera contribuye a la recuperación.
Además, buscaron el respaldo de FAMILIA Acompañantes: "Mi operación estaba programada para el 4 de julio, llamamos a FAMILIA y enseguida estuvo" reconoce don Carlos. "Me tocó un personal increíble, excelente. Me despertaba, desayunaba, me bañaba y salía a caminar por el pasillo y todos me saludaban. ¡Hasta hacía bromas! Les decía a todos que estaba 'en el balneario´.
"Siempre en la vida fui risueño"
Mientras estuvo hospitalizado don Carlos cumplió 87 años, hizo comprar tres cajas de bombones y a cada uno que pasaba le regalaba uno. "¿A quién no le gusta esa atención? Al final de la tarde se inflaron globos y fue muy lindo".
Siempre rodeados de cariño, los Osorio superaron todas las complicaciones que se fueron sucediendo hasta que un mes después don Carlos volvió a casa. "Quiero agradecer especialmente al personal de FAMILIA que fue asignado a mi cuidado por su calidad social y humana, eficiencia y profesionalismo; siempre me encontré como si estuviera con mi propia familia".
"Cuando falleció mi señora yo estaba solo pero no quería estar mal porque si miro para atrás hay mucha tristeza, pero para adelante hay una hermosa familia unida. Siempre en la vida fui risueño, con una actitud positiva, de buen humor".
Después de 60 años de casados, don Carlos hace cuentas y concluye: "Miro para atrás y veo poca familia... solamente dos hermanos. Miro hacia adelante y veo mucha más familia: tengo 5 hijas, 5 yernos, consuegros, 11 nietos, 2 bisnietos y amigos. Esto me da fuerza y digo... la vida continua".