"Acompañar a una persona durante su recuperación es algo que me sale del corazón. Lo hago con alma y vida porque creo que es lo mío."
Miembro del equipo profesional de FAMILIA Acompañantes
Feliz con su trabajo, Cristina tiene en su haber incontables anécdotas que supo atesorar a lo largo de los años. Aprendió a valorar los afectos, la contención familiar, el amor de su pareja, el disfrute de las pequeñas cosas, la salud y el bienestar. "Me gusta mucho lo que hago, toda mi vida la dediqué al cuidado de las personas porque es algo que me gratifica profundamente."
De su función rescata lecciones de vida: "Me acuerdo todo el tiempo de experiencias que tuve y que me dejaron una huella. Son cosas que pasan cuando uno trata de ponerse en el lugar del otro y valorar sus sentimientos."
Para Cristina es inevitable reflejarse con la persona que uno tiene enfrente y entender lo que está viviendo. "La incertidumbre, el estrés, la angustia... son sentimientos que naturalmente surgen cuando alguien está en una situación difícil. Es ahí donde el acompañante debe actuar para ayudarlo a salir adelante."
En general, Cristina se define como una persona agradecida. Su trabajo la pone a prueba día a día, pero lo enfrenta "con alma y vida" porque le gusta lo que hace: "En general son una persona positiva y la verdad es que siempre trato de ver el lado bueno de las situaciones y de las personas... ¡hay tanto por lo que estar agradecido! Cuando uno convive con la adversidad aprende a ver más allá de todo y a valorar lo esencial de la vida."