Juliana Craigdallie Allende

"Acompañar enfermos es una ocupación muchas veces desdeñada; yo respeto y valoro muchísimo a quienes lo hacen con profesionalismo".

Juliana Craigdallie Allende

Juliana Craigdallie Allende es hija de Blanca Allende, socia de FAMILIA Acompañantes y la Asociación Española.

Durante las vacaciones de verano, Juliana Craigdallie Allende estaba acampando en el interior con su familia y recibió una llamada que alteró sus planes y la hizo regresar a Montevideo. En ese momento le avisaron que su madre, Blanca Allende, debía ser hospitalizada.

"El domingo 12 de enero en la tarde trasladaron a mi madre a la Emergencia de la Asociación Española. Se sumaron varios factores complicados: con mi familia estábamos acampando en el  interior y desarmar un campamento no es tarea rápida ni sencilla; el tránsito de domingo en la ruta Interbalnearia;  lo más difícil de todo, soy hija única, sin nadie a quien recurrir en estas circunstancias constantes con una madre anciana", comenta  Juliana.

"Me comuniqué con la Coordinación de Familia Acompañantes para plantear la situación, la cual fue atendida de inmediato", confiesa. "Cuando llegué a la Emergencia, me informaron que mamá había estado acompañada desde que ingresó, ya que la acompañante ya la estaba esperando cuando llegó en ambulancia".

Blanca estuvo internada cinco semanas y durante ese tiempo recibió el apoyo y cuidado del equipo profesional de FAMILIA Acompañantes. "No hubiera sido igual sin ellas. Los horarios de los médicos de piso son imposibles de acompasar cuando se está sola para todo y ellas siempre estuvieron atentas a esto también. Fueron, de alguna manera, el nexo entre el personal médico y yo".

 

Con vocación de servicio

 

Para Juliana, acompañar enfermos es una ocupación muchas veces desdeñada: "Yo respeto y valoro muchísimo a quienes lo hacen con profesionalismo; para mí, esto es con buen humor, templanza, respeto, afecto y  vocación de servicio hacia el paciente y su familia".

Cuando Blanca recibió el alta médica, su hija quiso hacer llegar a todo el equipo de Familia una felicitación por el trato recibido. Escribió: "Destaco la calidez, la empatía, el afecto, la vocación de servicio, el respeto, la paciencia infinita y el profesionalismo de la acompañante (...), que estuvo presente en todos los detalles, anticipándose a las necesidades de mamá desde el primero hasta el último momento. Para mí como hija única, a quien se me hace imposible estar atenta a todo, su apoyo fue un pilar insustituible.  Esta internación no habría sido igual sin ella".