No odiar, no guardar rencor y nunca olvidar.... Tres acciones que son para Luz Marina, de 92 años, fundamentales para tener una vida larga y plena. ¡Y rodearse de amor!
Luz hace honor a su nombre porque su filosofía de vida se basa en cultivar verdaderas amistades, tener una actitud positiva y rodearse de afecto. "Si me preguntas cómo hago para estar feliz, la respuesta es muy sencilla: no le hago caso a los problemas, tengo muchos amigos y amigas... y no dejo de reír, porque la vida es hermosa y si no la aprovechamos se pasa sin que nos demos cuenta".
Con sus 92 años, Luz Marina Albornoz irradia una energía envidiable, jamás deja de lado el optimismo y es una habitual jugadora en las tardes de bingo organizadas por FAMILIA Acompañantes. "Me encanta pasar la tarde jugando, el bingo es muy divertido".
¿Tiene problemas?... Ella asegura que muchos, como todo el mundo. "Pero no podemos dejar que nos superen. Hay que pensar en positivo, luchar para salir adelante.... y buscar la felicidad."
Su historia de vida hace honor a estos postulados. Al nacer su madre la abandonó y pese a que creció en un hogar rodeada de cuidados, nunca dejó de buscarla. Fue incansable hasta que la encontró, cuando Marina cumplió 70 años y su madre 105 años. Alcanzó a estar dos años con ella antes de morir y nunca le pidió explicaciones. Le dijo: "no te preocupes ni te hagas ningún problema porque no voy a pedirte cuentas. Lamento haber perdido todos estos años porque siempre quise conocerte y todas las noches te recé para que Dios te perdonara porque yo, de mi parte, ya te perdoné."
Luz Marina confiesa haber vivido rodeada de amor. Creó una familia con su esposo, con quien tuvieron un hijo y dos nietos. Las paredes de su hogar están llenas de fotos con risas, personas de todas las edades que la conocen y la quieren. El WhatsApp en su tableta no para de sonar anunciando mensajes y lo mismo con el celular. Siempre está conectada, maneja la tecnología con suficiencia y hace uso de las redes sociales para estar vinculada y enterarse de lo que pasa a su alrededor.
Cuando cumplió 90 años le hicieron una fiesta en un club para celebrarlo. Ese recuerdo también está inmortalizado en un portarretrato que tiene en la sala, además de un montón de regalitos, suvenires, peluches... presentes que son pruebas del cariño que le tienen.
"Estar feliz es un acto de voluntad, no llega sola. Hay que buscarla..." recomienda. "No odiar, no guardar rencor y nunca olvidar...." Tres premisas indispensables que son para Luz Marina como el pan de cada día.