Miembro del equipo profesional de FAMILIA
Marvelia Ricardo Ochoa lleva más de un año trabajando en FAMILIA Acompañantes, apenas un mes después de su llegada de Cuba. En su ciudad natal fue auxiliar de Enfermería en un sanatorio, empleada, ayudante.
"Tengo muchas anécdotas" dice. "Conocí a una señora apenas comencé a trabajar, muy entrada de edad, descendiente de italianos. Le pregunté a su hija qué cosas le gustaban y me comentó que la música... la ópera sobre todo. A mí también me gusta mucho la música y cantar, así que inmediatamente le busqué La Traviata (de Verdi) y se la hice escuchar. La señora, que estaba con los ojos cerrados, inmediatamente los abrió y empezó a cantar en italiano. ¡Fue un momento muy emocionante! Desde entonces cada vez que podía escuchábamos música".
Según Marvelia, con el tiempo el profesional aprende a interpretar toda clase de signos y señales que son un reflejo del estado de salud de la persona acompañada. Desde la manera en que respira, la tensión en los ojos, el movimiento de las manos o el color de su piel. Son todos indicadores importantes de salud. "Con la experiencia aprendemos a ver esas señales y eso nos ayuda en la asistencia y compañía".
