Miembro del equipo profesional de FAMILIA
Para Rosario Pérez cualquier historia de vida es impresionante porque significa justamente eso: que se ha vivido con intensidad. Y como acompañante de FAMILIA llegó a conocer anécdotas y experiencias inolvidables de personas con las que tuvo el privilegio de relacionarse.
"Acompañé, por ejemplo, a una señora mayor que estuvo internada en GREMCA" recuerda. "Era una inmigrante italiana que había vivido y sufrido en su juventud la guerra; así fue como perdió a su esposo y otros miembros cercanos de su familia. Durante su internación pudimos conversar y eso me permitió crear un vínculo de respeto y admiración hacia una auténtica sobreviviente. Creo que fue un privilegio conocerla".
Rosario ingresó al plantel profesional de FAMILIA el 19 de enero de este año. Antes trabajaba en un residencial de personas mayores y fue auxiliar de servicio en un sanatorio. Siempre hizo trabajo asistencial, lo que para ella representa "una auténtica vocación".
"Lo importante es crear un vínculo con el paciente basado en la seguridad y el respeto" dice. "Intento conversar de cualquier tema para superar la preocupación y el estrés que esa persona y su familia están pasando. Me gusta formar parte de su proceso de recuperación. Eso no tiene precio".
