Sonia Mayder González (70)

Sonia es la única hija de Nélida. Cuenta con FAMILIA Acompañantes y hoy da testimonio de su experiencia al momento de solicitarlo para su madre: "Estuvo muy bien coordinado, por gente educada y afectuosa."

Sonia Mayder González (70)

Socia de FAMILIA Acompañantes y de la Asociación Española

Nélida González Moreno y su única hija, Sonia, son muy  unidas. Es más, cuando Sonia se refiere a su madre refleja en sus palabras respeto y admiración. "Es una mujer muy tenaz y enérgica. Toda su vida fue muy perseverante  y activa."

Tanto es así que, a modo de ejemplo, cita una anécdota que da cuenta del carácter determinado de Nélida. "Mi padre nunca quiso que ella trabajara fuera de casa; le pidió que aprendiera a tocar el piano porque a él le encantaba. A ella no le gustaba mucho, pero de todas maneras fuimos juntas a tomar clases. Yo me quedé a mitad de camino y ella siguió sola hasta que se recibió."

Nélida practicó además muchos deportes. Hizo gimnasia, natación, vóley, esgrima y equitación. "En nuestra familia somos muy poquitos", cuenta Sonia. "Partiendo de la cabeza que es mi mamá, está mi esposo, yo, mis dos hijas y dos nietos (uno de cada una de sus hijas). Mi nieta más chica tiene 12 años y el varón 13... ¡pero mide más de un metro setenta!", dice con orgullo.

Sonia recuerda que, cuando su padre falleció, Nélida luchó por salir adelante, ayudó a su hija en el día a día y sumó fuerzas para el bienestar del resto de la familia. "Ella no puede ver que yo esté recargada de tareas y a veces me rezonga si ve que me siento un poco complicada", confiesa Sonia.

Es probable que ese espíritu tan vital que siempre la caracterizó haya contribuido a superar un problema de salud que hoy padece a sus 89 años. "Sufrió hace poco una fractura lumbar, pero por suerte tiene un poder de recuperación muy grande y, aunque tiene dolor, ya está caminando, poco a poco con ayuda de un corsé y el andador... Si hubiera sido yo no sé qué hubiera hecho, pero ella siempre sale adelante y eso es increíble y admirable."

Cuando se presentó la emergencia, Sonia acudió a la empresa de acompañantes que en ese momento tenía, pero fue tan negativa la experiencia que renunció. "Ese día salí muy furiosa del lugar donde funcionaba, estaba totalmente desorientada y empecé a caminar sin saber muy bien a dónde ir. Cuando paré, estaba en la esquina del edificio de FAMILIA sin haberlo planeado. Entré y me atendió una persona muy amable y me hizo todos los papeles sin problemas", describe la hija de Nélida.

"Esa vez mi madre ingresó por Emergencia a la Asociación Española, estuvo 6 o 7 días y fue la primera vez que coordinamos con FAMILIA. Encontré gente educada, afectuosa, con una buena química y vínculo entre enfermeros y acompañante."

El primer contacto con FAMILIA fue muy positivo. "Pensé en llamar y agradecer, pero se me pasaron los días y no hice nada." Con el tiempo sucedió un segundo contratiempo, esta vez de 7 días: "Llamé de nuevo, coordiné y lo tuve en el momento que quise. Reconozco que observo muy de cerca a las personas que están con mi mamá y esa vez aparecí en diferentes horarios (incluso de noche o de madrugada) y nunca encontré a las cuidadoras durmiendo y desconcentradas. Siempre fueron muy atentas, cariñosas y serviciales", remarcó.

Conformes y agradecidas, así definieron su sentimiento hacia FAMILIA madre e hija.