Los colores presentes en nuestro menú son una clave para adivinar su aporte nutricional. Por eso, el chef y nutricionista de la Asociación Española, Lic. Rodrigo Reyes, y la Dra. María Gracia Sosa, ganadora de la segunda edición de Master Chef Uruguay y médica de la Asociación Española, aconsejan ser generosos a la hora de agregar vegetales y frutas en nuestra dieta diaria.
Donde hay color, hay vitaminas. Un ejemplo de cantidad y variedad se da en el COUS COUS MULTICOLOR, la receta que juntos prepararon en el Taller de Cocina Saludable, organizado por FAMILIA Acompañantes (ver aquí).
Las frutas y verduras contienen gran cantidad de beneficios nutricionales: baja cantidad de calorías, gran cantidad de agua, minerales (fibra, magnesio y potasio) y una buena dosis de vitaminas. Por sus colores, podemos determinar sus beneficios:
Verde: es el color más fácil de hallar, especialmente en verduras. Son ricas en luteína, un potente antioxidante junto al calcio, el magnesio, la fibra y las vitaminas K y C.
Amarillo: rico en vitamina C, magnesio, ácido fólico y potasio. Ayuda a mejorar la salud cardiovascular y la salud de la piel.
Naranja: ricos en carotenos y carotenoides, base de la vitamina A, que refuerzan las defensas contribuyendo a una buena salud visual y de la piel. Son ejemplo de estas, las mandarinas, calabazas, zanahorias.
Rojo: presente en las fresas, manzanas, los pimentones, tomates, entre otros. Contiene vitamina C, magnesio y licopeno, unas sustancias que contribuyen al bienestar del corazón.
Café y blanco: aunque son menos comunes (las peras, champiñones, nabos, coliflores y cebollas) son fuente de flavonas y flavonoides, que funcionan como antioxidantes, antimicrobianos y antiinflamatorios. Por ello, regulan los niveles de colesterol y la presión arterial.
Morado y azul: presente en uvas, cebollas, ciruelas, moras y berenjenas. Tienen un alto beneficio antioxidante. También contribuyen a mejorar la salud mental, proteger el corazón y regular la presión arterial.
